Museo de la Ciencia del Vino

Está ubicado en el edificio que fue la “Alcoholera Extremeña”, rehabilitado como testigo de arquitectura industrial y que conserva la estructura inicial de la alcoholera.

Dentro del museo, además de las salas que albergan directamente la exposición permanente en torno al vino, nos podemos encontrar con una sala para exposiciones temporales, un salón de actos y unos jardines plantados con distintos tipos de viñas.

El museo es un proyecto integral, donde confluyen la historia y la tradición con la tecnología de un futuro que promueve el vino como producto de calidad. Se orienta para que las personas que lo visiten, se adentren en un mundo de sensaciones, de aromas, de colores y sabores, ofreciendo además material de estudio para quienes quieran adentrarse en conocer las culturas del vino y abriendo sus puertas a todas aquellas personas o instituciones que quieran organizar jornadas o actividades relacionadas con este producto.

Es un espacio de identidad propia, y en función del ciclo de la naturaleza en el que lo visitemos, encontraremos matices diferentes y una oferta cultural única.

El visitante, al finalizar la visita, puede probar un buen vino y además el museo dispone de una tienda donde puede comprar desde los vinos de museo, cavas, hasta la joyería más sofisticada con temática vitivinícola y todo ello con precios asequibles a todos los bolsillos.