Palacio Real de Olite
Olite ha sido sede de reyes y reinas de Navarra desde épocas remotas, y así lo prueba el magnífico Palacio medieval que hoy se conserva. Aunque su construcción inicial data del siglo XIII, fue la ampliación que realizó el rey Carlos III, El Noble, en el siglo XV, la que doto a esta edificación de su suntuosidad y magnificencia. A día de hoy, es el monumento más visitado de Navarra y uno de sus emblemas. Declarado monumento Nacional en 1925, fue restaurado con su aspecto actual en 1937.
El Palacio Real cuenta con dos partes diferenciadas, el Palacio Viejo o de los Teobaldos, del siglo XIII construido sobre un praesidium romano, alberga actualmente al Parador Nacional de Turismo, y el Palacio Nuevo, obra de
El Palacio Nuevo responde al sueño de este rey y su esposa Leonor de Trastámara. En su configuración se aprecia la influencia de la arquitectura francesa y europea, junto con el arte mudéjar en su decoración interior. Para su construcción, hizo el rey Don Carlos traer maestros artesanos de diferentes lugares quienes viajaran con él a Francia y a Castilla para contemplar los palacios más espléndidos del momento.
El resultado es uno de los palacios de estilo gótico más suntuosos de Europa con sus torres con chapiteles de colores, jardines colgantes, norias para el agua, y hasta un zoo de animales exóticos guardaba. Tanto era así que causo admiración en un viajero alemán, que visitó España en el siglo XV recogiendo en su diario conservado en el British Museum: “Seguro estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas.”