Méntrida

Esta noble villa toledana, cuyo nombre tiene a gala designar una de las más veteranas Denominaciones de Origen del país, está históricamente emparentada con el cultivo de la vid y la producción de vinos de calidad, desde los remotos tiempos medievales de su fundación. La vid y el vino forman parte de lo más apreciado de su rico patrimonio, constituyendo una de sus más relevantes señas de identidad, fruto de una tradición heredada a lo largo de los siglos, transmitida con celo por sucesivas generaciones.

Méntrida cuenta con un atrayente patrimonio cultural y natural, en parte ligado directamente con su fama de pueblo vitivinícola tradicional, de lo que es buena muestra el grupo de bodegas-cueva horadadas en el Cerro del Castillejo, donde recientemente se ha instalado el Museo del Vino, uno de los atractivos más relevantes de la Ruta del Vino de Méntrida Toledo.   

Además, el municipio atesora uno de los más peculiares y ricos patrimonios culturales de la provincia. Muestras emblemáticas de esta valiosa herencia cultural son el templo parroquial (siglos XVI-XVIII), que en 1982 fue declarado Monumento Artístico Nacional, y las entrañables Fiestas de Abril, en honor de la Virgen de la Natividad, calificadas en 1999 con la categoría de Fiestas de Interés Turístico Regional; en las que intervienen los célebres DANZANTES Y MAYORDOMOS, honrados en 2023 con la distinción de Bien de Interés Cultural Inmaterial.

Son solo dos muestras del enjundioso patrimonio mentridano, celosamente cuidado desde tiempo inmemorial; como se cuida con todo esmero la elaboración de los justamente prestigiosos vinos de la tierra. Una reputación que va de la mano de las buenas cualidades de los mentridanos, cuya hospitalidad representa su principal divisa. La apacibilidad de Méntrida, su ambiente sano y su naturaleza saludable justifican sobradamente una visita, muy en especial para quienes deseen degustar la paz y el sosiego de un tranquilo pueblo castellano cargado de historia y celoso de sus ancestrales tradiciones.